El ingeniero John Patterson (Val Kilmer) llega a África con la intención de acelerar la construcción de estructuras ferroviarias. Las obras van viento en popa hasta que aparecen dos leones devoradores de hombres que atemorizan a la población y paralizan el proceso. Las dos bestias cazan juntas y no temen ni a los hombres ni al fuego. Además, parece que, lejos de matar por la necesidad de alimentarse, lo hacen por placer, demostrando un inusual instinto para esquivar las trampas humanas.